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Mostrando las entradas de febrero, 2009
Vientre materno, infierno del nonato, que nunca quisiera recuperar, que nunca jamás quisiera volver. Acabamos en el agua sucia por nuestros excrementos, el ahogo es evitado por manos ajenas. Son aquellas que nos darán cobijo y dolor? No aun, no sabe el niño sin mente. Cayendo en el tiempo, levantándose solo para enfurecerlo y así, ser golpeado hasta el hartazgo, aun no te temo tiempo, aun mi mente idiota me torna inmortal. Recupere los días niño, ya recuerda tu mente que algo has dejado, eres molestia para tus progenitores, molestia para este entorno en el que has de estar. Insultos y discusiones, oh sí, es parte de ser, y has de sobrellevar los hechos por el resto que tu ser permanezca aquí. Prisión, libertad, prohibiciones, engaños, cada vez, mas. Y aun repica en tu cabeza, la noche anterior. Aun ves filosos dientes y poderosas manos, que más tarde, la espalda darás. Los golpes que tú has dado, eran engaño, solo se dejaron golpear, para absolverse después. Y tú creías que fuiste malv
Se cree en la reencarnación en días extraños? Cuando los pensamientos solo infringen dolor, cuando nuestro deceso es inminente. Reencarnación, vida eterna, alguien susurra en mis oídos y se desvanece, así como las imágenes en mis ojos, como el aire que abandona mi cuerpo. Se comienza la historia en sentido opuesto? Lo maravilloso, lo mejor de nuestros días, es aquello que el tiempo ha destruido, nuestro pasado. Tiempo que nos da sabiduría y muerte, tiempo que nos vuelve a la tierra, al vientre. Nacer a la muerte y nunca experimentar el abrazo del tiempo.
Mi mente genera situaciones que mi cuerpo nunca realizara. Crea mundos en los cuales, nunca viviré. Tantos sueños de los que solo soy espectador. Incontables actos de vida que me desechan de su realidad. Permanecer a un lado de esta vida, ser como la resaca del mar, abandonada en la orilla, y así como el mar, esta vida sabe también deshacerse de su excremento. En aquel rincón solitario, aquel en donde esta vida me ha colocado, me abrazo a mis palabras, las dejo caer en blanco papel; y al menos así; solo por momentos, puedo sentirme vivo.
Si alguna vez lo tuve aquí, lo sabría, lo sabría hoy. Recuerdos envenenados por el alba, que arribe el anochecer, buscame en sus sombras, solo en la obscuridad existe lo infinito. Pies ahogados en sucio mar, espero con ojos cerrados, tu palabra, antes de mezclarme en la enormidad. Después de ti, ya nadie podrá verme solo tus ojos me reciben. Podrías haber quitado este mal, solo tu. Tocabas mi alma con tu profundo mirar. Noches, sediento, me dabas de beber. Ya no hay agua que calme esta sed.