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Mostrando las entradas de enero, 2013
Nada, espacio en blanco, lugares limpios, pulcros, presencia ausente en ellos, la imperfecta forma, no existe aun. Domingo apagado, acompañado siempre por un frio viento, la tierra, su amiga, se eleva en su furia, abrazados recorren kilómetros, azotándolo todo a su paso. Es allí, en un día de olvido, en que una respiración roba parte del aire, la furia del viento ha desaparecido, el llanto lo asusta, aire y tierra, respira eso. Donde estas ahora, que tu presencia es solicitada? En el cuarto contiguo quizá? Robando vidas mientras los agotados centinelas son seducidos por los placeres del profundo sueño. Te has olvidado de tu cordero, te has embriagado al ver tus cachorros rebotar por los silenciosos pasillos, tarde es ya, olvidaste al que desprecia el sol, al que desprecia su estancia pasajera. O quizá sea este tu castigo para él? Alguien más lo sabe, y han dejado que perdure aquí, solo un tiempo, no más. Que
Atrapados, alejados de todo, sin siquiera la oportunidad de mojarse con las ultimas gotas de libertad. Tirados, aquí, en un cemento que hierve, gris y sucio. Recorren el lugar conocidos rostros, otros no demasiado, miran hacia aquí, mas no ven. Sus ojos ya no están allí, gusanos ocupan su lugar. Que he escuchado alguna vez, que la pasión se convierte en dolor, que tu fe se convierte en horrible dolor, no tiene sentido para mí. El dolor de ser arrancado y puesto aquí, el dolor de vagar entre demonios terrenales, el dolor de ser aplastado entre cielo e infierno. No es suficiente ya eso? Pues no lo parece, en tu momento de quietud, de soledad, aun cuando infinitos murmullos tumban paredes, aun así, uno se encuentra solo en su lugar no hay luces, ni ruidos que entorpezcan la llegada del sueño, no hay agua que haya de beber, no hay flores que me enamoren con su aroma. No escuchare tus palabras tus plegarias, ni
Espero morir pronto, espero dormir entre los hombres que caminan sobre el lodo. Ansío no despertar entre estos individuos a quienes no les importa ahogarse entre sus propios excrementos. Sólo desean devorar a cada paso, satisfacer ansias de poder, dinero y lujuria, no los odiaré, ni pena sentiré por ellos. No desean morir pronto, pues nunca están satisfechos, nunca lo estarán. Yo, prefiero morir, me adormece el solo pensarlo, la calma se apodera de mi cuerpo.
Despertar, ojos doloridos, golpe en la ventana, vidrio rajado, quebrado rayo de sol, el autor ha firmado con sangre, pequeña ave, has sido engañada, el reflejo te arrastro a tu final. Despertar, sentirse esa ave, solo que camino, corro, hacia luces enceguecedoras, engaños luminosos que me consumirán. Ver como se consume el afecto, ver desvanecerse mis débiles creencias, insisto en ocultarme bajo mis sabanas, pero el maldito ruido y esa odiosa luz, lo arruinan todo para mí. He sentido al demonio de los sueños en mi pecho, absorbía vida de ellos, dándome a cambio, solo temor y el posible jamás despertar. Ha fallado, el inescrupuloso amanecer ha invadido la casa. Ríe, en alguna parte, lo sé, está riendo. Allí afuera, demonios esperan sobre la puerta, no estaré solo, asechan, esperan al mínimo de los descuidos. Tormenta que se avecina, y un día que se disfraza de noche. Falso día, eterno calor de tu compañía,
Tu mirada, esos ojos tan verborragicos, cuanto tienen para decir, no necesitas romper el silencio para decirlo todo, solo desplegar tu mirada. Suspiran, aman, lloran, tus ojos detienen mi estupidez, cubren mi cuerpo, cuidan de mí. Mientras duermo, de repente el frio se apropia del cuarto, despierto, tus ojos no están aquí, tu mirada ya no está sobre mí, ya no cuidan de mí. No están cerrados, tú te has ido, acomodo estos pensamientos nublados, y fue solo un sueño, hermoso sueño, sentir tu mirada, ver tus ojos, una vez más.