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Mostrando las entradas de marzo, 2014

Medianoche (sombras)

Medianoche, el nacimiento de un nuevo día su mejor momento, su mejor edad, silenciosa y absorbente, inunda nuestros ojos. Mientras que simples mortales, con pensamientos antiguos del día anterior, tratan de amigarse con este futuro inmediato. Vivir más allá, con pensamientos ya muertos. Adentrándose más en ella comienzan a nacer, o renacer quizás, los aromas, los líquidos espirituosos, los pequeños ruidos que nos sobresaltan, diversión, algo de miedo, y el conocimiento del que en algún momento el nuevo sol destruirá esta vida, la que recorre las horas nocturnas. Allí, donde te vi, allí, donde te veía, allí donde hoy ni siquiera está tu sombra, tú bella sombra, la que adornaba el cemento, la que observaba, mientras me consumía en tu abrazo. Regreso cada noche, ansioso espero el marchitar del día, ansioso deseo la medianoche, su gentil brisa, corriendo regreso a ese lugar, allí, donde te vi, allí, dond

Tiempo (XII)

Relojes en demoniaca sintonía con la decadencia de tu cuerpo, tiempo que destruye aquellos momentos que guardas, que guardabas. Tu memoria, solo recuerda la última bocanada de ese esquivo aire. Las caídas duelen más, ya tu inmortalidad, paradójicamente, ha muerto, a merced del viento y las arenas del tiempo te encuentras, frágil, desnudo, un reflejo de lo que solías ser, viviendo en una casa atestada de fantasmas, asoma tu cuerpo, ya no brillas, ya no ríes. En tus ojos veo que has estado derramando dolor, los viejos olores de las maderas, cuanto tiempo hace que no los saboreas? cuando has perdido el apetito, cuando la sed? cuando el calor de otro cuerpo dejo de importar? Tan temprano? Llevas menos tiempo en este paramo que cuando te perdiste en la obscuridad de tu viaje. Es acaso un par de décadas? Aun el tiempo no ha azotado tu cara, pero te ha raptado en su vuelo fugaz. Te ha envenenado con las mentiras
Recuérdame despertar cuando olvide la luz del día te contare historias de mi sueño te diré como es el día, después de la muerte. Deja mis huesos yacer sobre mi carne deja lo efímero ahogarse en un colchón. Ve solo el aura, ve solo los restos. Quizás, tus ojos permanezcan sellados y no has de ver esa luz, blanca, otras veces obscura que las almas pueden emitir, porque así, es como lo imaginamos, así fue, como se plasmó en aquel libro. No preguntes lo que no quieres saber deja que la imaginación destroce a la razón no vivas cerca de un cadáver puede contagiarte ese sentimiento de sosiego y paz. Recuerda despertarme, te daré historias, te daré solo indicios, jamás la verdad, no hay lágrimas hacia donde voy, han de quedarse aquí, en tu rostro, o en ninguno. Mi soledad fue mi amante, la soledad me trajo aquí, despedirme es imposible, jamás he avisado de mi venida. Dejo este despojo, y nada he de l