Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de abril, 2014

El titulo no es importante

  Mis sueños, por favor, dejadlos aquí, acurrucados entre mis frustraciones. Todo aquello que se ha roto, por favor, dejadlo reposar en la tierra.   He de conocer mucho sobre fracasos, sobre las cosas frágiles, en eso he de creer jamás creeré en las falsedades que se apilan en mi puerta.   Nada más, ni nada menos que solo sueños, ya despiertos o dormidos nada más ni nada menos, eso somos, nuestros sueños.   Me preocupa el día, el que me aleja de la vida, adoro la obscuridad, el manto que ofrece la noche sin estrellas, la que nos lleva a su lecho la que nos embriaga en excesos y adormece los sentidos.   Afuera, aún quedan malignas sombras, las mismas que asechan con el resplandor del día, confabulan, ríen y se regodean con nuestro deceso, asechan y asechan. Más no importa, mientras la noche nos proteja en su manto.   Antes de partir, las voces, desde aquel negro espejo, aconsejan dejar aquí los pensamientos extraños, viajar con nuestra mente en blanco y volver así al día que ya se abre
Ama odiarme, así al menos sentiré que algo llega desde tu corazón. Agita tu látigo y desgarra mi carne con tus púas despiadadas, así al menos, me recordaras que aun respiro, bajo estos cielos de acero, soles de cemento. Vuélvete hacia mí, regálame el movimiento, sabrás que moriría por ti, hunde tu mano en mi pecho arranca mi corazón devóralo sáciate con él, llévate sus latidos. Viviendo dentro de ti, latiendo a tu ritmo, pues en mi cuerpo solo es una roca inútil desde que tu mirada rechaza mi imagen frente a ti. Hoy que la luna no se ha mostrado, noche o día da igual mis parpados no se abren a la luz, si ves un cielo que se tiñe en rojos solo será mi sangre, escapando de mí, buscando el rio, del cual tú bebes.
Cobarde, escondiéndome tras tus ojos, y   gritando que confíes en mí en mi valentía, en mi pensamiento. Miento, soy preso de este momento, que ha despertado de su letargo, sangre o agua, diferentes mundos, la decisión se torna malvada. Escondido, tus ojos esconden mi mirada al mundo, al tiempo, aun así, el maldito tiempo, corre en búsqueda alocada y los parpados pesan, el corazón se agita, el alma desgarra la carne. Es momento de susurrar a tu oído. O el momento me ha consumido? Tienes odio para amarme? Lagrimas para reír? Dame tu puñal en mi carne, que el rio de sangre corra, corra y me lleve. Es que me he desvanecido tanto tiempo? Maldito tiempo. Acaricio esos ojos, arden mis manos arde mi ser, me ahogo en la sangre, me ahogo en el tiempo que he perdido, escapa mi alma me desintegro a tus pies, un cobarde, por coser mi labios, cobarde. Solo negras cenizas quedan de mí y algo, algo q

Cansancio

Cansancio, cuerpo atrapado, mente hastiada, se dobla tu columna, te arrastras con las serpientes. No recuerdas nada de lo que ha pasado, solo sientes la presión en tu sien, el ardor en tus ojos, el fuego en tu estómago, frías lágrimas que no calman, sueño que no destroza este cansancio. Me ves cada vez que cierras tus ojos? Me ves partir, me ves llegar? Es mi fantasma el que espera bajo tus cobijas? Es esa mi ceniza la que guardas en copas de cristal? Es esa mi alma, la que vaga por tus habitaciones.? Es que ha cesado mi respiración y aun nadie me ha avisado? Porque me ahogo en dolor si ya he abandonado este lugar? No debería sonreír? No debería desaparecer el dolor? Es que no estarías tú, aquí, abrazándome? Engañado, aún más, vomitado aquí, expulsado luego, nunca me has dejado elección. Nunca, nada, nada más que grises cielos, obscuros días. Y mi último negro amanecer.

Mentiras

Entre los silencios de ensordecedores látigos de metal, entre los secretos del viento antes de que desplieguen su devastadora furia, toda, aquí sobre esta lugar que otrora fuera verde y tan tranquilo. Antes, siempre antes, siempre el pasado, siempre con estos ojos inundados de sangre, siempre mirando hacia atrás, y en nuestras narices, un demonio nos engulle en sus mortales fauces, y si no lo es, será una bella dama, bella figura, pequeña caricia, engañados, nos dejamos llevar, y el fuego aviva sus llamas. Idiotas, sonámbulos, caminamos por un mundo de lava, de engaño, ojos que escudriñan cada movimiento. Ni siquiera las serpientes son tan viles. Como es que nos encontramos aquí? Es que la vida no resultaría dulce, corta, y estremecedora? Maldita voz, maldita voz que tanto ha mentido, de seguro una estaca al rojo vivo atraviesa tu alma de par en par, muertos al concebir, muertos al primer contacto con la carne, muer