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Mostrando las entradas de octubre, 2014

Cayendo

Cayendo rogando soñar rogando, a gritos, despertar. CAYENDO alma que arde, llamas sin piedad, puro. Buscando, en este viaje, buscando, lo preciado, lo que no existe, lo que quizá se fue. Cayendo, comenzar, nudo y final, igual. Son mis palabras, las de un necio, para ti. Cayendo, y es tarde muy tarde, nunca llegar, el infinito se vuelve carne, sed, agotamiento, hambre! y el desgano de la repetición. Quizá la búsqueda continúe, existe para mí, y de mi escapa, has estado en mis manos, lo sé, cual arena, entre mis dedos te has escapado. E.I. http://poesiasoscuras.blogspot.com.ar/

Confianza

Cae de tu imaginario precipicio, déjate caer, confía, algunos brazos estarán abiertos listos para recibirte, otros, empuñaran tu sueño en filosas dagas. Confía, tus ojos, cerrados, respira, profundamente, respira, baja tus brazos y arrójate, que tu pecho se inunde de hermoso aire, vamos, salta, de espaldas a tu destino y de frente a tu cielo. Desnúdate en la caída, sin inhibiciones, sin mantas terrenales, que lo material no manche tu piel, cremosa piel, vestimenta real, te recibirán, piel contra piel, fundidos en el abrazo, confía, nadie te herirá, sin embargo ocultos hay demonios, excrementos de otros demonios que solo observan, ahora, los brillos se han apagado, las dagas, están dormidas. Vamos, vuela, ya lo haces, bien!, C     A      E        S sangre esparcida sobre árida tierra, es furiosa lluvia, que no lava, esta lluvia, trae maldiciones. Tú confiaste, creíste en la salvación,

Demencia

Golpes, no cesan, intensos cada vez más intensos, sientes como tu cuerpo se desarma, tu alma huye, tu mente, en una abrazo fraternal con la demencia, temblores, tiempo, que es el tiempo, el día es luz? La noche necesariamente es obscuridad? En pedazos, mirando alrededor, desdibujados rostros riendo a tu alrededor, caes de rodillas, la sangre entibia el frio cemento, la tormenta está en su mejor momento, tus ojos solo ven hacia adentro. Las voces lastiman tus oídos, ojos en blanco, tu mente domina, el horror de la quietud y contradiciéndolo todo, la locura te eleva. Respiración agitada, tus uñas, cubiertas de carne y tierra, las malditas ratas bailan sobre tu espalda. La vidente tenía algo de razón, el abandono seria tu deterioro, y aquí vamos, aquí estamos. Entre mantos de olvido y golpes de cordura, tu boca, ya besando las raíces del final, esfuerzo por buscar la imagen de quien te destroz