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Mostrando las entradas de octubre, 2015

Mar

Pasos que aceleras. Mar, incansable, aguas limpian, aguas olvidan. Pasos que se aceleran, no impacientes tus deseos nunca, frente al tiempo. Deja al mar, que en su eterno movimiento enfrente al tiempo. Pasos, en nocturno silencio nocturnos gemidos. El mar se anima conquistando las orillas que lo detenían, en blancos brazos todo se lleva, todo, hasta tus recuerdos. Pasos, no se arrastren, noche, dormir sobre la arena, recordar en qué momento se fue, abrazar lo que no está, sonidos que se han apagado. De cara a la inmensa noche, de cara al mar estrellada noche, blanca y eufórica espuma sobre el horizonte, abrazado por el mar, mi mar, limpia queda la arena, limpia, sin la resaca de los recuerdos. E.I. http://poesiasoscuras.blogspot.com.ar/

25.1709

Vagabundas ganas, en esos pesados despertares, aburrida mañana golpeando los techos de las casas todas en fila simétricas todas ellas. Las preguntas de las mentes que en ellas anidan, los actos, los pensamientos, y entre ellas aprisionadas, las dudas, las incertidumbres. Sus estómagos llenos no se despliegan sus puertas aun en unos momentos más las vidas ocultas en esos ladrillos, en tímido movimiento, comenzaran a asomarse a la luz. Cemento, pariendo seres tras seres. El látigo de cemento las cámaras de tortura, modernas y no tanto, el roce, el aburrimiento, la delgada línea entre dejarlo todo, o continuar pesadamente. El camino ya dibujado, ya pintado, y una mañana que se toca, expectante, extraña, las nubes que aplastan y mojan, el ahogo es inminente, el sueño, el aire, el aire, noche prematura y el día se aleja de ti. E.I. http://poesiasoscuras.blogspot.com.ar/

23.1430

Granos de arena escapándose por tus manos nubes escapando a tus ojos, tus ojos, que es lo que ocultan tus ojos. Los demonios se arrodillan ante ellos, me arrodillo ante ellos, junto mi orgullo del inmundo piso, me arrastro con mi lengua hacia tus pies. Abrumas con solo entrecerrar tus parpados, agitas el corazón de la tierra cuando reposas sobre sus verdes mantos, ¿eres tan especial y nadie lo sabe? ¿Cielo e infierno no saben de ti? No recuerdo otro sentimiento, no recuerdo nada, creer que eres un ángel demonio, lo  eres todo en un solo cuerpo, en el mismo lugar. Repto entre los cuerpos, por tus piernas subo, blanca piel blanca y suave piel, cuando llego a tu boca me arrojas a los pantanos, y todo vuelve a repetirse. La vuelta, el desprecio, y puedo creer que este es mi infierno, el tenerte, pero nunca poseerte. E.I. http://poesiasoscuras.blogspot.com/

Persona / Tormenta

Comienzo a abrir los ojos, Los primeros rayos de luz cortan el rostro cansado. Entre parpadeos la luz llena las pupilas, Pero el color del día se torna gris. Asoma su cuerpo. Un día extrañamente silencioso, Extrañamente diferente a los demás días de su vida. Pesadamente, comienza su rutina, pesadamente se cubre con sus ropas, tristemente se dirige a otro lugar, fuera de su habitación. La suave y fresca brisa matinal es una invitada más a este amanecer diferente y tranquilo. La respiración es suave, relajada. Llena sus pulmones de aire, saboreando cada respiración. Se sienta fuera, en una esquina de su balcón, donde los aun débiles rayos de sol lo abrazan, entibiando su cuerpo. Ya completamente despejado, su cabeza comienza a trabajar. Y transcurren como segundos las horas de su día, el sol recorre lentamente el cielo, que hoy, tiene un color que nunca había tenido antes, su mente aun trabaja, las horas continúan su paso, y la paz aum

Aun

Dame tu voz, dámela hoy solo para mí, dame ese pensamiento ese que tienes para mí, se, ya lo sé, para ti, soy menos que el estiércol bajo tus pies, menos que una luz en la más cerrada de las obscuridades, si algo existe para ti que represente la eterna e infinita nada, menos de eso he de ser. Bajo los huesos de nuestros muertos, más allá del fuego, y mucho más allá, puedo encontrarme, me atraviesas con tu mirada, cual fantasma como el mismisimo aire. Quizá tus golpes, en mi ser eran caricias, esos ojos que penetran, destrozaban mi alma, no había secretos para ti, nada fue reciproco, pues mi ojos no penetraban tu piel. Aun cayendo, de espaldas te encuentras y tus brazos cruzados, aun consumiéndome por un último roce, arrancas tus brazos y al infinito alimentas, aun buscando esa mirada, aun si fuera la mirada del último adiós, tiras tus ojos a los animales famélicos. Más despreciable que cualquier otro,

Ver

Veras en la noche más profunda ríos formados por lágrimas de los condenados, los olvidados, los que a nosotros se parecen, veras, en esas obscuras fauces, esas que arrancan tus brazos, lo valioso que resulta el aire. Veras entre suspiros, los últimos ya, la imagen, de quien corto sus manos devoro sus ojos y fundió su corazón en los ríos de lava, síguelo, pues su camino debes repetir, el del abandonado. Mientras tanto, bajo cada sol, cada luna, solo ves los resplandores de los puñales, vestidos de sangre, cuidados, brillantes, amados, seda para limpiar sus bordes. Ellos duermen sobre fuego, tú no puedes dormir, corres y siempre, detrás de ti están, allí, durmiendo, en el fuego. Y te ahogas, en tu realidad, en tu sueño, en esos ríos, lágrimas y lava. Tu mirada, abraza el horizonte, inventa un final alguno que te mantenga cómodo, sin dolor, mientras sueñas, el fuego se arrastra y sube por

1632

“El salto de las almas el fuego eleva sus garras pensamientos más fuertes la carne perece las ideas, prevalecen.” Cuanto más el sentimiento dentro de mí seguirá, ese que toca cada fibra, el que vive tan dentro de mí, el que jamás abandona. De tanto en tanto, se recuerda, vive, juega entonces, cruelmente, no lo sabe, mientras caigo y me destrozo. Ya como el invierno absorbe el verde vivo de los árboles, así, en alguna fría piedra me encontraras. Rodeado de dudas, de preguntas. El despertar, cada vez más frio, habitaciones más obscuras, sangre cada vez más y más espesa, ojos, más rojos, menos brillantes, ven, de a poco, como la vida en aquel jarrón, se marchita, inmóvil. El dolor creía, era esto, pues equivocado estaba, el camino hacia el funesto final, ese, es el verdadero, el camino se torna cada vez más complicado, el final, tatuado desde el amanecer, siempre allí, esperando, con brazos abiertos

Todo, nada, obscuridad

Detrás de una nada infinita e indescriptible, detrás de tu pasar, perdura, detrás de tu obscuridad, perdura, ahoga, aun así, existe, algo más profundo que esa “nada” que te acompaña. Es la que existe desde antes de todo, mucho antes de que tú tuvieras un pasado, antes de que tu “nada” fuera “algo”, tu “todo”. Vienes del mas allá de la simple combinación de líquidos, cuerpos, existir y no ser, existir, y ni siquiera ser un miserable pensamiento. Accidente, trágico accidente, el tiempo acarreando tu bolsa, la vida arrancadme de algún vientre, feroz velocidad del tiempo, puedes verte ahogado entre sangre y demás. Empujado a vivir, sentenciado sin poder hablar, el momento no se detiene no puedes saborearlo, se ha ido, sin besos, sin abrazos, y el siguiente, ya ha pasado. Los cuerpos se rozan, la pelea es desigual, te enfrentas a mis ojos, me reduces a nada, pasas frente a mí tocas mi cara