El que ha caído, lastimado, aun puede andar, toma su costado mira mareado su cielo que es sucio lodo mentiras y golpes. Si eras luz, eres ahora solo sombra oscura y fría, mi mirada era fuego, ahora ha mutado en hielo que corta, en vano esperaras por la noche, ella cuida de mi sostiene mi costado. Lágrimas, no más, pues un desierto habita aquí, ni lagrimas ni decesos, no esperes por mi en cielo o infierno, no moriré pensado en ti. Nada llevo, solo una mano temblorosa en mi costado, la fresca noche que cuida de mí, y el beso traidor en mi espalda, equivocado y ya casi dormido desecho el pensamiento de que el demonio solo habita en el averno. https://poesiasoscuras.blogspot.com/