Nada, espacio en blanco, lugares limpios, pulcros, presencia ausente en ellos, la imperfecta forma, no existe aun. Domingo apagado, acompañado siempre por un frio viento, la tierra, su amiga, se eleva en su furia, abrazados recorren kilómetros, azotándolo todo a su paso. Es allí, en un día de olvido, en que una respiración roba parte del aire, la furia del viento ha desaparecido, el llanto lo asusta, aire y tierra, respira eso. Donde estas ahora, que tu presencia es solicitada? En el cuarto contiguo quizá? Robando vidas mientras los agotados centinelas son seducidos por los placeres del profundo sueño. Te has olvidado de tu cordero, te has embriagado al ver tus cachorros rebotar por los silenciosos pasillos, tarde es ya, olvidaste al que desprecia el sol, al que desprecia su estancia pasajera. O quizá sea este tu castigo para él? Alguien más lo sabe, y han dejado que perdure aquí, solo un tiempo, no más. Que
Poesias, prosas, relatos, canciones, pero de las otras.