0007.051215
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El cuerpo, vacío,
el elixir que eleva
se ha agotado,
reemplazado por aire
solamente,
un cuerpo, vacío,
en la tierra no se
hunde.
El eco de una pena,
muy antigua,
llega y se cuela por
los orificios,
y anida,
y repica,
y juega,
y reclama, reclama,
reclama,
que se hunda este
cuerpo.
Vacío
en la noche que
enamora, vacío,
la sangre, las lágrimas,
seco,
abandonado,
alma vagando,
extasiada por la
noche.
Una barca podrida,
hueca,
esperando el peso de
la mariposa
para deshacerse,
para volver a la nada,
el peso de algún
recuerdo
y deshacerse,
el recuerdo que no
llega,
la mariposa que evita
al cuerpo,
putrefacto, penoso
cuerpo,
y allí espera,
vacío, vacío, vacío,
como esta noche
que todo lo absorbe,
esta noche,
tan vacía, tan
profunda,
tan vacío el cuerpo,
que hasta mí amada
noche
me ha rechazado.
E.I.
poesiasoscuras.blogspot.com.ar
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