Caminas sobre aquellos que te cobijaron,
cuando la obscuridad es inminente,
cuando la sangre corre por las calles,
cuando toca tus rodillas,
tú,
gritas que el alma se desangra,
desde hace tanto tiempo,
desde que fuiste arrastrada aquí.
Desde que la nada, te transformo en vida.
Allí, en los ríos donde yacen los condenados,
asoma tímidamente tu ser,
buscas escapar de una tormenta que está dentro de ti,
la que brillaba era tu alma,
hoy es brea y excrementos,
la maldita palabra te engaño,
te llevo lejos,
caer te dejo,
entre risas y tus suplicas,
el espejismo en el que vivas,
termino.
Aquí,
el fuego te consumirá,
todo quiere tu fin,
estarás en un eterno extravío,
buscando tu verdadero ser,
no pisaras las cabezas de los demás,
ya no mas,
solo podrás respirar,
solo podrás sangrar.
E. I.
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