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Desesperadas sombras,
tu cuello ríe,
hilos rojos
recorriendo tu completo ser,
ojos tristes,
ojos endemoniados,
ojos ahogándose en espejos.

Un pequeño guiño del pasado,
estuvo bien la noche que compartiste?,
dejabas caer tu señuelo,
el idiota corría detrás.
Estuvo bien cuando tomaste la medicina equivocada?.

El pasado no conforta,
frente a ti espejos,
infinitamente reflejando este momento,
solo tu sombra,
solo tu figura del otro lado.
Estuvo bien, realmente estuvo bien?

Un último sonido,
la caída de aquella hoja de metal,
en roja tinta dejas tus últimos versos,
allí,
en un sucio piso,
que el paso del tiempo no borre tus palabras,
ahora,
tus ojos, no podrán derramar líquidos de tristeza,
ya no podrás arrepentirte,
ya eres tus últimas palabras.

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