Vagabundas
ganas,
en esos pesados
despertares,
aburrida mañana
golpeando los
techos de las casas
todas en fila
simétricas todas
ellas.
Las preguntas de
las mentes
que en ellas
anidan,
los actos, los
pensamientos,
y entre ellas
aprisionadas,
las dudas,
las
incertidumbres.
Sus estómagos
llenos
no se despliegan
sus puertas aun
en unos momentos
más
las vidas
ocultas en esos ladrillos,
en tímido
movimiento,
comenzaran a
asomarse a la luz.
Cemento,
pariendo seres
tras seres.
El látigo de
cemento
las cámaras de
tortura,
modernas y no tanto,
el roce,
el aburrimiento,
la delgada línea
entre dejarlo todo,
o continuar
pesadamente.
El camino ya
dibujado,
ya pintado,
y una mañana que
se toca,
expectante,
extraña,
las nubes que
aplastan y mojan,
el ahogo es
inminente,
el sueño, el
aire, el aire,
noche prematura
y el día se
aleja de ti.
E.I.
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