Daga
lento penetrar
lento paso
entre carne y hueso,
saborea el
metal
su destino
final,
el corazón.
Manos
las tuyas,
completando la
tarea,
tarea que
disfrutas,
abriéndose
paso
llegando
presionando,
allí,
el destrozado
corazón.
La libertad
del cuerpo,
fuera de esa
caja
late en el
aire,
dolorosa
liberación,
otra pieza
para tu
colección.
Libertad
verdadera
el cuerpo vacío
más atas
un camino por
delante,
el viento,
fuego,
y luego
cenizas,
libre.
E.I.
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