La nada, el vacío, todo lo corrompe, lo destruye primero, luego, lo
absorbe todo.
Allí en la colisión de los pensamientos, de los tiempos, tu, eres quien
grita, desesperados gritos, más y más fuerte, como te ha destrozado esta
vida, gritas, pero nadie escucha, la nada es absoluta, tus gritos se ahogan en
ella, ni siquiera llegan a tu puerta, no pueden, dudo, que algo salga con vida
de tu garganta.
Acosado por las mañanas, las horas, las noches, que antes soñabas, y
ahora hieren hasta los huesos.
Temes la confrontación, nadie puede salir vivo de ella. Nadie.
El abandono, el dolor en tu pecho, y tu cara cayéndose a pedazos, sientes
el frio calar tus huesos.
Te has secado de lágrimas, pues en cada deseo de hacerlo, notas que este
estado, este limbo, te ha consumido hasta eso, hasta una miserable gota de agua
de tus ojos.
¿Los sueños? Ya has olvidado lo dulce de los sueños, solo quedan algunas
amargas pesadillas.
En ellas todo se vuelve loco y endemoniado, fuera de tono, no hay más
finales felices, ya no más despertar con una sonrisa dibujada en la cara, ya no más,
solo despertar con una angustia que te come, el vacío, otra vez la nada.
¿Cómo verte al espejo?
¿Cómo es aquello que me susurrabas una y otra vez?
Lo que era, ya no está. Solo queda un poco de dolor, la carne ha de
doler, también todo lo intangible en tu interior.
Es lo único que te recuerda que aun respiras, por más que tu deseo sea
lo contrario.
Temes la confrontación, pero se dará, tarde o temprano, se dará, la
degradación lenta y el sentimiento de infinita negrura, eso, te llevara, más
temprano que tarde, y lo real, lo real se iluminará, y quizá sea la última vez
que veas algo de luz.
Estas en un lugar en el que no quieres estar, un lugar del que no hay
vuelta atrás, atrapado cual animal te sientes, atrapado entre alambres de púas,
filosas púas, que van cortando cada parte de tu cuerpo mientras más tratas de
escapar, y como sabes, escapar, no es una opción.
Intentar escapar solo traera una muerte lenta y dolorosa, la única opción es enfrentarse, y ver
o no, un final.
E.I.
poesiasoscuras.blogspot.com.ar
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