Ir al contenido principal

Agujas

Movimientos,
suaves roces,
nada tienen que ver
con la voluntad
de este cuerpo,
de alguna manera,
parte de esta frágil y precaria carne
se mueve.

Frías manos,
las de un soñador,
el que sueña despierto,
el que vive dormido,
el que vive
día a día
su muerte tan ansiada,
su escape de esta prisión al aire libre,
en donde la libertad
no es más que una palabra,
una mala palabra,
una mentira,
esa libertad, existe,
solo en las mentes tan poco desarrolladas
de muchos de los que vagan por los paramos
de esta cruel tierra,
bañada en sangre,
que tantos evitamos ver,
hasta que nos ahogamos en ella.

Pero siempre se cruza la imagen
la que un principio creí,
era un maldito reflejo
una imagen fantasmal,
luego del roce de mis dedos contra
tu suave piel,
solo pude pensar que
era una cruel broma,
como tu abandono.

Para el asombro de mi tacto,
el asombro de mi mente,
ojos y todos los sentidos,
estabas frente a mí,
esperando no sé qué,
pero tuve el regalo de tu sedosa piel
en mis manos,
fue para mí,
como la última cena del condenado,
luego de eso
solo vi la partida del alma,
la ceniza de la carne, los huesos.

Pero la caída fue interrumpida,
por la música de tu boca,
por tu mano en mi mano,
tus labios en mi boca,
los temblores de la carne,
sentidos confundidos,
que desnuda suena tu voz,
queda atrapada en mi cabeza.

Llegando la oscuridad,
te haces más fuerte,
tu presencia es inmensa,
roces,
pieles fundidas,
deseo,
tristeza
y lejanía,
tiempo, y mis lágrimas arden en mis ojos,
te ríes,
tiempo,
que forma más estúpida de medir nuestros fallos,
tiempo, que cruel,
medirnos linealmente en él,
pues es infinito,
y nosotros, bueno,
absurdamente finitos.

http://poesiasoscuras.blogspot.com.ar/

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Recuerdo fugaz de aquellas llamas que alguna vez me rescataron de un asolador invierno, cuando ya solo creía que la desolación y un frio vivir era todo lo que existía. Llamas que se han extinguido, olvide su lento proceso, el que yo había iniciado, mi mente vagaba por otros mundos, y mi cuerpo, casi sin vida, allí, entre brazos que iban escapándose sigilosamente. Encerrado, mis ojos no desean abrirse hoy, descansan en la obscuridad, tus brazos han escapado, el castigo es claro y el frio se cierne sobre mi otra vez. Una prisión, construida por mi egoísmo, una realidad que me aprisiona, un mundo en mi mente que me libera, abro un instante mis ojos, no ven nada más que espacios en blanco, que dañan, que muestran la irrefutable verdad, escucho a lo lejos una palabra, un puñal. Habitaciones vacías, sueños que se desvanecen en un interminable blanco, mientras me encuentro solo aquí, ya no hay fuego, me ahogo en un f...

Tus patas otra vez

Memoria en blanco, musa muerta, o agonizando por ahí, y vos viniste a mí, y mi mente se llenó de colores, una sonrisa se dibujó.   He aquí, mi Musa, he escrito para ti, también por ti, dejaron de ser solo letras en amarillo papel, vuelan, te acarician, viven.   Siempre te pensé eterno, siempre me soñé muerto, siempre te soñé durmiendo sobre mi tumba.   Pero…los Ángeles anidaron lejos, Dios de seguro durmió una siesta, y se olvidó que sufrías, y las lágrimas caen, no suben y caen sobre sus caras, despierten!!!! Inútiles   Me he secado de lágrimas, me aprieto contra tu cara, parece que vas a saltar y abrazarme, sangro, porque ya no me quedas lágrimas, aire, fuera de aquí, ya no te quiero. Ahora resta llevarte, llevarme, enterramos a nuestros muertos, enterramos allí la felicidad que dabas, un amor incondicional, quiero verte, me entierro contigo, vivo aun, pero no vale la pena.   Estoy...

Cagon

  Cagon Si, hola, disculpa que te llame a estas horas, si si, ya se, es tarde (o temprano), pero esta es la hora en la que yo me arrepiento, la hora en que la que yo me hago cargo de mis errores, la hora en la que me decepciono de ser, la hora en la que nadie hay alrededor, y nadie puede verme, solo que esta noche…necesite llamar, contar, llorar a lo lejos, llorar inútilmente ya que la suma de mis errores me llevó a donde me encuentro parado hoy, y eso es, el borde del precipicio.   ¿Te acordas cuanto te hablaba de morir? ¿Te acordas que hasta un cuento escribi? Obviamente, tercera persona, como siempre viéndola desde afuera. Te acordas cuantas veces se dijo, ¿y por que no yo?, como si uno fuera el favorito del destino, de la vida esta que te estampan en la cara, una patada en el culo y a vivirla. El karma, según veo, existe, ahora me lamento, claro, que otra cosa puedo hacer, es duro ser un prócer cuando sabes que no te van a hacer estatua, yo no puedo inspirar a na...