Caer


El que ha caído,

lastimado,
aun puede andar,
toma su costado
mira mareado su cielo
que es sucio lodo
mentiras y golpes.

Si eras luz,
eres ahora solo sombra oscura y fría,
mi mirada era fuego,
ahora ha mutado en hielo que corta,
en vano esperaras por la noche,
ella cuida de mi
sostiene mi costado.

Lágrimas, no más,
pues un desierto habita aquí,
ni lagrimas ni decesos,
no esperes por mi
en cielo
o infierno,
no moriré pensado en ti.

Nada llevo,
solo una mano temblorosa
en mi costado,
la fresca noche que cuida de mí,
y el beso traidor en mi espalda,
equivocado y ya casi dormido
desecho el pensamiento
de que el demonio
solo habita en el averno.


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