“El salto de las
almas
el fuego eleva
sus garras
pensamientos más
fuertes
la carne perece
las ideas,
prevalecen.”
Cuanto más el
sentimiento
dentro de mí seguirá,
ese que toca
cada fibra,
el que vive tan
dentro de mí,
el que jamás
abandona.
De tanto en
tanto,
se recuerda,
vive,
juega entonces,
cruelmente, no
lo sabe,
mientras caigo y
me destrozo.
Ya como el
invierno
absorbe el verde
vivo de los árboles,
así, en alguna fría
piedra
me encontraras.
Rodeado de
dudas,
de preguntas.
El despertar,
cada vez más
frio,
habitaciones más
obscuras,
sangre cada vez más
y más espesa,
ojos, más rojos,
menos brillantes,
ven, de a poco,
como la vida en
aquel jarrón,
se marchita,
inmóvil.
El dolor creía,
era esto,
pues equivocado
estaba,
el camino hacia
el funesto final,
ese, es el
verdadero,
el camino se
torna cada vez más complicado,
el final,
tatuado desde el amanecer,
siempre allí,
esperando,
con brazos
abiertos,
solo para mí.
E.I.
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