Otra noche

Traigo hacia mi

la noche
la obscuridad que espero,
la tengo justo aquí,
solo bajar los parpados
y allí dejarlos,
partes de mí que puedo aun
controlar.

Detrás de tu manto
todo es igual
y no se consume mi ser,
el ángel y el demonio
comparten la misma sangre,
victima para uno,
salvación para el otro,
más la sangre,
siempre la misma.
Aquí nadie nos domina,
la igualdad
que nos da la obscuridad.

Detrás de mis ojos
todo está allí,
por fuera
se acumulan laceraciones de la realidad,
inquieta,
celosa,
por no poder entrar,
aquí,
el lugar detrás de mis ojos.

Los colores
son uno o dos o tres,
no más,
todos los lugares
son uno,
todos nadie,
nadie,
me uno con los despojados
a beber y beber,
hasta que mis ojos vuelvan a cerrarse,
hasta que mis parpados
ya no quieran subir,
y aquí dormir.

En la noche
tras la noche,
tras la noche.

E.I.

poesiasoscuras.blogspot.com.ar

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