Es verdad absoluta y deberías saberlo, si aún no lo sabes o no puedes asimilarlo, asumirlo, puedo decir que tu camino será complicado, lleno de dolor, rebosante de sentimientos que jamás, ni en mil vidas, podrás entender, explicar, aún con nuevos alfabetos, jamás existirá algo que sirva para revelar lo que se siente, me ha pasado, claro que sí, y lo único que puedo adelantarte, es que además de sentir de que te incendias por dentro, el dolor de la carne, sentirás la pesadez del movimiento del sol, lo insoportable de la luz, el deseo de la noche, y cuando llega esta, solo pensaras en correr, sentirás tu cuerpo despedazándose, caballos tiran y tiran hasta desmembrarte y los mismos que te destruyen, comerán los restos y el estiércol te formara como humano, para que todo pueda repetirse, hasta que entiendas.
No digo que no volverá a suceder, pero ya estarás
preparado, se hará más fácil.
Como decía, la absoluta verdad, la mano
que te da, te lo quitara, quien te dio vida, te dará (no dudes) una muerte que
no deseas, pero antes, antes, deberás llorar a los que ablandaron tu corazón.
¿Me condeno al decir estas palabras, al
escribirlas, a regarlas a quien quiera oir, a despertar al que se ha dormido?
No lo sé, probablemente.
Pero las verdades son así, crueles, sin
sentimientos, no tienen cuidado, van a la yugular de la peor manera, sus dientes
nunca están afilados.
Cuantas veces pensé en abrazarme al
absurdo, muchas. ¿Cuántas veces lo hice?, esta claro, ninguna, pues estas estúpidas
líneas las escribiría algún fantasma o algo parecido.
Deseo que veas, alguna vez, así, entonces,
entenderás al menos a un idiota, uno menos.
Y mientras te digo esto y no se que pasara
luego, pues me consume el enojo, la negación, el inmundo y maldito vacío. Vacío.
(imagine lágrimas).
Como no sé nada, excepto que esta caja de
piel me contiene, y que mis manos me responden, me lanzare sin dudas al absurdo
que han planteado los filósofos tiempo atrás.
Te digo adiós ahora, pues mañana quizás no
pueda hacerlo, no estaré solo, espero con ansias no estarlo, no lo estaré, y
llevare frutas para que comamos y llevare mis manos, y mi corazón para que lo
disfrutes y sea tuyo, si estoy cegado por la penitencia que significa ceder al
absurdo, huéleme, búscame, y despiértame como solías hacerlo, porque ya no
puedo, no puedo más, buscarte y no verte, o verte allí, en esa montaña, no
puedo, pensé que podría, pero te alejaron, te arrancaron, y con vos se fue mi
alma, el corazón, arrancados de cuajo, es insoportable, por favor, no me dejen
sin él, pues ya no puedo escribir ni hablar, me estoy yendo de a poco, no te
temo muerte, pero como un buen cobarde, temo al dolor. Pero no habrá dolor que
se asemeje a la ausencia.
Hasta nunca.
http://poesiasoscuras.blogspot.com/
Comentarios
Ariel