Espacios,
solo espacios en tu cabeza
en tu hogar.
Animas los habitan
una multitud de espectros,
allí,
en ese pequeño lugar.
Tu espacio.
En sueños puedes oírlos murmurar
mas cuando tus ojos
rompen la nocturna rutina,
escapan,
o enmudecen,
jamás los has visto.
Ataca el sueño,
parpados rendidos ceden ante él,
y las risas,
roces,
comienzan.
Agitada mente,
engaña,
crees soñar,
pero invisibles manos
pasean sobre el cuerpo.
No temen a la luz,
solo a tu mirar.
Que fue de tu pasado
que eres vigilado por él.
De ti no se aparta,
y tu química estalla.
Día noche,
noche día,
soñar y jamás morir,
morir,
jamás soñar.
Cuando ya no pueda tu efímero cuerpo
soportar el látigo del agotamiento
y caigas en las sabanas,
todas esas ánimas
serán una,
serán parte de ti,
y de repente,
solo serás el pasado,
y volverás a ese espacio,
ese que se guardaba para ti.
E.I.
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