Furia de repente

Con la furia del volcán,
con la furia del inocente,
arrasándolo todo
absorbiéndolo todo,
nada en el inicio,
menos que la nada infinita,
y así,
aun así,
de un momento a otro,
existes.

Entre valles olvidados
y bosques incinerados,
bosques que llevas en tus manos,
el verde que ya no es tanto,
entre las callejuelas infectas
de tu mente,
entre las opciones
que no son más que una,
el engaño,
siempre presente.
Buscando tu alma
cada vez que dudas.

Existes,
y aun así,
no eres nada,
la lluvia no te toca
y mueres en tu fuego.
Mueres y aun corres,
las rodillas rotas,
de tanto caer y caer.
Ya nada importa,
despídete,
y sigue existiendo.



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