Dormidos los vientos,
suspendido el polvo
sobre los caminos.
El tiempo se ha detenido,
es lo que aparenta,
pero no es así.
Ciego me muevo,
se han borrado tus huellas,
lo único que de ti
quedaba.
Comienza una suave brisa,
en este árido paisaje,
el fuego de la estrella
lastima los cuerpos,
apresurado me muevo,
de lo contrario
mis cenizas
alimentaran el cercano valle.
Un recuerdo forzado,
buscando desesperadamente
la imagen que me mueve,
borroso,
doloroso,
fantasmal aparece en mi mente,
se dibuja en el polvo.
Mi guía, mi fuerza,
no hay encrucijadas en este camino,
estoy perdido
y caminando hacia un precipicio.
¿Es esa forma que me empuja a el?
A pesar del fuego,
a pesar de estar ciego,
debería correr,
encontrar tus huellas,
la brisa, es un feroz y ardiente viento.
Es a favor,
me empuja,
me engañan sus fantasmas,
me empujan al precipicio,
ya no siento nada bajo mis pies,
me has abandonado
a este precipicio.
Comentarios