En esta forma que
poseo,
no elegida,
impuesta,
sagrado momento,
recuérdame morir a
tiempo
pues no quiero
enfrentarme al final.
Esta posesión,
lentamente se
degrada,
el agua no es de
utilidad para limpiar mi alma,
un cuerpo me
sostiene,
mi alma vuela sobre
mi cabeza.
Espirales sin fin,
la obscuridad
puede ser la que
alumbra,
así, engañado,
vas a las negras
fauces,
el otoño, nada trae
consigo,
solo verdes arboles
pereciendo,
el recuerdo de la
mortalidad.
Ilusión,
dividida en dos,
anunciada entre
gritos y sangre,
esta posesión
que no es mía,
la dejo,
me pierdo en
espirales,
dejo a este ser
escapar,
cierro mis ojos,
cierra los tuyos,
la obscuridad
absoluta hará el resto.
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