Cuanto más
cruel
el tiempo puede ser,
en la espera,
se aloja el
sufrimiento.
De un furioso jalón,
apareces,
eras nada, ni siquiera
una idea,
ahora,
la vida te espera,
nada eras,
nada eres,
serás polvo
y luego olvido.
Grito, lágrimas, en un
principio,
cubierto en sangre,
gritos y lágrimas otra
vez,
el camino está repleto
de vidrios y fuego,
sin embargo
por el transitaras,
sabes y no lo crees,
sabes, pero igual
hacia allá
te diriges.
Más cerca que lejos
ves la puerta que te
cruzara
dejas los gritos atrás,
más lagrimas por
delante,
y el ahogo que la pena
te da.
Unos pasos más
y se ilumina por vez última
tu mente.
Y te preguntas
“¿por qué tanto
caminar
por qué si estaba a mi
lado,
por qué los ríos de
fuego
por qué dar mi corazón
a los lobos
mi alma a los perros
si todo estaba aquí,
en el primer asomo,
en la primera respiración?”
Es el precio,
tú y todos lo saben
y han de pagar,
entre penas,
sufrimiento, dolor,
has venido,
da igual la forma,
te iras,
el camino es el
precio,
el premio será la
verdad.
La confirmación
de la verdad.
E.I.
poesiasoscuras.blogspot.com.ar
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