Poesias y prosas oscuras

Miraba, allí, donde encuentras cielo, miraba y no entendía, pero la sonrisa dibujaba el rostro y no al revés, el aire era delicado, el piso esponjoso, flotaba, comodidad eternamente congelada, el tiempo, enmarcado, ese momento. Cerré los ojos, tan solo pestañe, invertido estaba el mundo, creo ahora, entender, hubiera preferido no hacerlo, y la sonrisa hubiera caído en mí, miro desde la dirección contraria, sonrisa que es polvo en el viento, el golpe deja un sabor agrio, apagando lo dulce que saboreaba momentos atrás, tu tono baja, la furia en una jaula aún golpea. Se lo que hay en tu mente, hubiera preferido no saber, hubiera congelado el momento, no pestañear, ojos áridos, piso el lugar que pisabas, hubiera preferido no despedir a nadie, ni estar en línea, esperando y esperando, quisiera despedirme hoy, no ser yo quien te salude, quizá, te suene raro, un poco cruel, pero hubiera preferido no existir, ni siqu

Susurros Ojos para no ver, ceguera oportuna, mientras lenguas negras y ásperas cortan las mejillas, cansado de ser negado cansado de no existir, golpeas los mares pero parecen no escuchar, golpeas montañas parecen no ver, ciegos con perfecta visión, sordos con oído absoluto, sombríos personajes, que solo actúan por manual, se mueven a empujones, y degüellan a quienes frenen su paso. Nadie ha pedido esto, seguro tu ni lo pensaste, el libre albedrio se ha tornado peligroso, la noche parece haber llegado para quedarse por siempre, cerrada y fría, tu trabajo, se destruye, los que no contribuyen están lejos, en aquella pila de huesos, cuida tu cuello, cuida tu cuello, las escaleras llegan lejos, cuida tu cuello, yo, he dormido cuando no debía hacerlo, y susurro ahora a los cuatro vientos, “cuiden su cuello” http://poesiasoscuras.blogspot.com.ar/

La mitad que Camina ¿Recuerdas algo de aquel día? ¿Has sentido el frio cuando rozaba sus largos y eternos dedos por tu espalda? Dime, pues desde la cuna a este tiempo he querido saber, y no ha de haber otra forma de enterrar esta ignorancia mía. No grites, pues las almas desparramadas sobre la mesa aún no saben, que están siendo apostadas, no, solo susurra, háblame, quiebra mi cuerpo, en angustioso llanto, lo siento, respira mi cuerpo, y es molesto, indigno, la profundidad de tu pena no puedo entender, pero con solo oír tus palabras, mi cuerpo ha caído. ¿Recuerdas morir? ¿lo recuerdas? mis venas estallan prometiste estar conmigo por siempre has abandonado a una débil alma un débil cuerpo, solo era fuerte bajo tu manto, y ya, no más, mi respiración entrecortada, mis lagrimas están ahogándome, me susurras, que viva, que respire y que busque libertad, pero me pesa esta carne, mi cárcel, mis pensamie