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Mostrando las entradas de febrero, 2012
La presencia, de lo inexistente, la corporeidad, de lo espiritual, lo fantasmagórico, la ausencia de vida en la vida misma. El color de las praderas, impuesto al nacer, el nombre de estos colores, todos ellos, impuestos al nacer, el pertenecer continuamente al tiempo, ocupar parte de este espacio. Todo, todo calculado al ser un recién nacido. Cuando jugaras aquí, amado y odiado azar. El libre albedrio esta encadenado en un rincón, el azar, sobornado por los que rodean al nacido. Una mente que funciona, mas no se inquieta, un cuerpo que funciona, mas no se molesta. Es que es temprano aun. De allí a otra parte, un viaje sin tiempo, en el tiempo, de repente todo estalla, el cuerpo molesta, la mente se inquieta, el hambre de la sabiduría, el dolor del cuerpo, se presenta, todo a la vez. Viendo lo que se fue, pensando lo que será, olvidando el momento, tomando de a poco, esta salvaje vida, intentando someterla, intento tras intento, solo fallos, solo perder. Encontrando a la mentira, el en
Sensaciones, aquellas, que nos dejan pasmados, sensaciones, que saben a muerte. Sensaciones, que nos estremecen hasta los huesos. Un trozo de sucio papel, hay vida en el, la hay; alguien ha plasmado sus pensamientos en el. Pero muerto,  para aquel, que solo ve un sucio trozo de papel, sucio y garabateado. Dolor para el que ha dejado caer sus demonios en el, sufrimiento de leer, lo que tanto mal le hace, sosiego y calma luego de dejar  caer sobre el todo eso que lo aprisionaba. Todo aquello que lo invadía y enterraba. No queda nada dentro. Solo queda ese vacío, que permite, en ocasiones, conciliar el sueño, un vacio que no tardara en alojar otra vez, a esos fantasmas, pasados, futuros, y aquellos que mas quiebran sus rodillas, los presentes. Una nueva hoja en blanco, única cura, tantas caras alrededor, y ninguna puede  ayudar, solo ese trozo de papel, muerto para el que no ve, vivo para ti, que le das partes de tu vida. Muerto luego, cuando lo haces a un lado, cuando lo montas en la ci
Salva el sueño, tu alma, corre, no mires atrás jamás. La nada ha creado a su encargado, el devorador de almas. Escapa, ya no hay tierra bajo tus pies, cielo cae en lágrimas de fuego y sangre Donde, donde ocultarse y pensar? No hay tiempo para pensar. Corre, escapa, que tus piernas se desgarren de tu cuerpo. El absurdo de la nada, el absurdo de la presencia eterna de la muerte en la vida. Corre, escapa, jamás devolver la mirada. Crees ahora en lo que veías?