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Mostrando las entradas de enero, 2010
I -- El niño desea el fin del mundo, no hay fantasmas en el pasado no ha nacido, el regreso es inevitable II -- Vastas son tus manos, las palabras descansan en ellas, ahuécalas y bebe de ellas la sabiduría.
Algo demasiado extraño comenzó hace unos días, me persigue de manera, diría, innecesaria. El temor del que duerme, aplacado por la intoxicación del sueño, enloquecido luego por la interpretación del mismo al entorno que nos encierra en su realidad y sus continuas frustraciones, siempre buscando "el COMO", si, como aplicar el sueño a estos eventos que persiguen sin descanso a mi mente. Quizá no hoy, quizá no mañana, quizá en otra línea de tiempo, tenga la explicación de este temor infundado. Aun no veo, aun no despierto, y aun en estado de no vigila, estoy inmerso en un sueño que me acosa y que desea ser descifrado. Mi mente no funciona como debería, quizá nunca lo hizo, estoy aquí, esperando y soñando que me des un lugar para desmenuzar estas imágenes que me deterioran. Un lugar, una acción, algo, y no esta nada interminable.
Pensar más de lo que se pueda pensar, dejarse tirado al borde de un río, acariciando la tierra, escuchando si son aquellos tus pasos. Ahogados sentimientos, una rutina que devora el resto de la ilusión, levantar la vista, solo un paisaje de muertos peces cubriendo este río. Son tus pasos aquellos? Eres tú caminando sobre la muerte en el río? Ojos que no ven más allá. El agua que roza el costado del despojado cuerpo. Nada más que efímeros entes, sacos de entrañas, puestos en movimiento por recuerdos, falsas pasiones e ilusiones. Te acercas? Agua que toma todo el cuerpo, lo mece, lo atrae, el hedor a muerte es más fuerte en los brazos de este lugar. Eres tú, estas cada vez más cerca? Puedes decirme si esto acabara? O solo flotaremos infinitamente? Estos sentimientos efímeros. Si aun hubiera un sol, quizá secaría este pútrido rio. Que una lluvia lave tus pies, sucios de muerte. Se ha ido, luz solo para quien la merece. Estas cerca de mí, me acaricias? Eres tú?
Resalta la infértil imagen de un sol, uno que nos abraza y asfixia. Recurrentes imágenes de la muerte en distintos trajes, en diferentes disfraces, en jóvenes cuerpos, en viejas historias. Bajo mantos de recuerdos de otras vidas, se descifra el momento adecuado del final. Escuchando ajenas y lejanas voces, las harás tuyas y comenzaras a hablar. Leyendo viejas fabulas y aquellos amarillentos escritos, entre líneas encontraras tu historia. Todo resume en una pequeña gota de rocío, en una gota de roja sangre, en un frio invierno, y tu piel entregada a su castigo. Renuevas tus lecturas, escuchas otras voces, recorres otras vidas. Desesperadamente, buscando cambiar este final. En esa búsqueda, no encuentras otro camino, siempre el mismo que transitas, quizá otros colores, otras mañanas, pero el frio del invierno cortara tus venas. En cada gota se escribirá tu historia, en cada lágrima se escribirá tu dolor, en tu cuerpo desplomado se verá el final tal y como lo escribiste. Caerá tu pluma, c