Poesias y prosas oscuras

 Silencioso salía al patio, silencio, se movía con sigilo, no hacer ruido, pues plácidamente dormía ahí, cerca de la silla que siempre usaba, siempre la misma, ahí al lado, dormía, despacio se sienta y quiere seguir con esa rutina de mirar por un momento hacia arriba, ahí donde esta lo que se conoce como “cielo”, mirar por mirar, cuando mucho buscaba alguna forma en las estrellas, buscaba algo, no era importante, era solo sentarse ahí al lado del durmiente, que por supuesto, ya estaba despierto cuando se sentaba, pero le daba fiaca tener que moverse, casi que podía creer que todos esos movimientos sigilosos, eran inútiles, podía creer y lo creía, que lo hacia a propósito, le daba el gusto de creer que no iba a despertarse, pero ya, antes de que asomara hacia el patio, ya lo esperaba, despierto. Un juego para él. Un juego para ambos.   El juego termina y sonríe, los dos sin duda sonríen, nada se dicen, no hay palabras que arruinen lo que los corazones cantan, lo que las mir...

  No sé si me buscan o hacia ellos, yo voy, no recuerdo haber lanzado mi voz, invocándolos, tampoco recuerdo que ellos, me hayan llamado.   Pero aquí estamos, en este lugar, todos al mismo tiempo, tiempo que se multiplica, algunos hacia el infinito, otros aun aquí, haciendo fila para nacer.   El exacto momento en que llega a la verdad, una luz se apaga, tiembla la tierra, se abre, devora al que intenta volar, ese fue, su error, ha convertido la terrenal carne en eternos pensamientos, en fantasmas que por siempre vagaran, ahora, uno está aquí, me abraza, y comienza a decirme mi verdad.   http://poesiasoscuras.blogspot.com.ar/