Ir al contenido principal
Descarga tus hombros,
deja a un lado esa cruz,
al menos por hoy,
relájate, tiende tu suave cuerpo
en el inmenso verde de la pradera.

Recuéstate, nota el hermoso paisaje,
te rodea desde tu huida,
no lo has visto, no lo has disfrutado,
el peso, el enorme peso, te ciega,
corta tu voz, impide que tu cuerpo hable.

Millones de estrellas,
millones de años,
todo ante ti, rodeándote, abrazándote,
consolándote.
Tu cuerpo, cansado, no pierde su belleza.

Las flores te ocultan, solo en parte.
Te hablan, te acarician,
las estrellas, vigilan por ti.
Solo cierra tus ojos y sueña con ellas.

Las bestias han huido a sus pesadillas,
y las que aun despiertas quedan,
devoraran los corazones de aquellos
que no son seducidos por la belleza de su hogar.

Mientras duermes, deja pasar a mi espectro,
déjalo que se acerque a ti,
creerás que solo una brisa de una fugaz primavera es,
déjame, podre verte, podre llevarme las formas de tu cuerpo.

Recordare, por siglos, hasta el final,
ese final que los filósofos se discuten,
ese final que es un comienzo,
un final que podría llevarnos a cuestas.
Un final en el cual, comenzaríamos juntos.

Comentarios

Es un poema oculto, que solo los que saben mirar a través de el, pueden verlo y apreciarlo. Excpecional. www.comoplumalviento.blogspot.com

Entradas más populares de este blog

Recuerdo fugaz de aquellas llamas que alguna vez me rescataron de un asolador invierno, cuando ya solo creía que la desolación y un frio vivir era todo lo que existía. Llamas que se han extinguido, olvide su lento proceso, el que yo había iniciado, mi mente vagaba por otros mundos, y mi cuerpo, casi sin vida, allí, entre brazos que iban escapándose sigilosamente. Encerrado, mis ojos no desean abrirse hoy, descansan en la obscuridad, tus brazos han escapado, el castigo es claro y el frio se cierne sobre mi otra vez. Una prisión, construida por mi egoísmo, una realidad que me aprisiona, un mundo en mi mente que me libera, abro un instante mis ojos, no ven nada más que espacios en blanco, que dañan, que muestran la irrefutable verdad, escucho a lo lejos una palabra, un puñal. Habitaciones vacías, sueños que se desvanecen en un interminable blanco, mientras me encuentro solo aquí, ya no hay fuego, me ahogo en un f
  Como ha de ser posible que la cumbre del dolor no sea física, la carne se desvanece en el abre y cierra de una estrella moribunda.   Si recorres este tramo final junto a mí, podría decirte, pequeña noche, que te extraño, pero no he sido tocado por ese tipo de sentimiento o sensación, lo que siento es dolor, en otra dimensión de este cuerpo, de esta cabeza que dirige.   Atrás quedaron los días en que mi cuerpo vencía furiosos ríos, caídas en rocosas montañas, atrás quedaron, porque me los has robado, solo me queda la ceniza de algo, y la nada, soy tan ignorante que no me queda nada.   Te rodeo para ver lo pálido de tus ojos sin vida, descubro, que tienes dos espaldas para darme, el sabor amargo no se va, todo es normal, normal, estos Domingos de caída infinita, vacíos que jamás serán llenados.   Escapar no es una opción, dormir, quizá, solo si marcas una cruz en mi frente, solo si incendias el lecho, solo si el viento sopla,

Reloj

La velocidad del tiempo, ese tiempo, la velocidad de su “no” vida, su “no” muerte, su fugaz paso, tantos rostros, tantas manos, las palabras se amontonan, las hojas, en brillante blanco se visten, los ojos enrojecen, la debilidad lo asquea, lo precario de los cuerpos, lo aflige.   Sabe que esto, es la mejor y más cruel broma de todos los tiempos, desafiando a quien reirá al final, desencajada carcajada, mientras mira al cielo.   Ya no ríe, solo se mueve, no fue niño, pues no hay pasado, no fue viejo, pues destrozo su futuro. Y hoy está aquí, como la lluvia, va, viene, amado, odiado, ignorado, el tiempo lo borrara por completo él lo sabía, y, aún así, ríe. http://poesiasoscuras.blogspot.com/ E.I.