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Reflejo,
blanca nieve,
da a luz este espejismo,
extensa pradera,
todo tu verde ha muerto
bajo el manto implacable, impiadoso,
de esta blanca nieve.

Nieve,
bebo de ti,
bajo tu engaño,
ojos que creen en lo que ven,
espejismos en tu blancura,
bebo de ti.

Entumecidas manos,
ahuecadas en tu vientre,
que daña, que engaña.
Dejas solo los huesos
de aquellos, otrora, frondosos arbustos.

Estatuas, de aquellos animales,
cuyas venas llevaban el fuego,
la llama de ser salvajes,
ese fuego que el hombre siempre intenta apagar.
Has podido aun más,
has consumido esa llama.

Pequeñas manchas de vida,
bajo tu manto, ahogaras,
bebo de ti,
aun, entumecidas mis manos.
Solo un estúpido ser,
engañado por tu fantasma,
el que me toma del brazo.

Has de dar vida si te derrites en mi boca?
O solo el sabor de todo lo que te has llevado?



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