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Diablo de cola mocha

 

A que le tenés miedo pajarito, si lo único temible acá, y hasta ahí nomás, es la huesuda y esa guadaña oxidada con la que se la representa, porque anda a saber, a lo mejor viene con un rastrillo de esos viejos, hecho pelota por la cantidad de cabezas duras como la tuya que debe haber tenido que hacer partir del suelo de los vivos (aunque algunos estaban muertos ya).

 

Mira, vos no podés ser un sabio, ya que solo te enfrentas a la ignorancia de los demás, eso no es sabiduría, eso no es nada, sos un puñado de mentiras y frases armadas con palabras extensas y difíciles de pronunciar. Así que sábelo, la ignorancia de los demás, no te convierte en un sabio, punto.

 

Cuando iras a entender, que este cuadro está compuesto por más de dos colores, muchos más; cuando entenderás que mientras la lluvia se arroja festivamente sobre los cuerpos acalorados, te evitan a vos, todos están empapados y relajados, todos, menos vos, y eso que hoy llovió a lo tarado.

 

A ver, entendé, que, aunque no veas, no significa que no haya nada ahí, el que no lo veas, indica que estas usando tus ojos al revés.

Y los otros sentidos, el que no respondan, no es porque no funcionen, es porque no sabes cómo usarlos, no hay nadie que pueda explicarte como, se sabe o no se sabe, esto, no viene con manual o videos o cualquier otro tipo de mata-burros.

 

Acá, el que mata con su sola existencia sos vos, sos un boludo de historieta, pero te crees un rey, te crees un dios. Y no sos, ni siquiera, tu propio dios, no tenés influencia ni siquiera en tu cabeza, vos solo te trabas, vos solo te saboteas. Y crees que podés pisarnos, ¡por favor!, cucha, ¡cucha!, taradito, mejor tómatelas, porque ando un poco loco y te puede hacer mal, yo te voy a hacer bastante mal, me canse de tu cogote estirado y de tu pera mirando al cielo, lo único que logras, es querer que mi puño enceste en esa pera deforme.

Agradece que no soy un ser violento, prefiero dejarte unas palabras, obviamente no son de aliento, pero son de verdad. Bórrate y no vuelvas, ya nadie puede creerte, ya ni siquiera desean tu muerte, porque, como dije antes, ya estás muerto. Y se sabe que lo muertos (por lo menos vos), no tendrán voz ni voto.

 

Así que no te saludo, porque podría significar regreso, tampoco voy a ser yo el que se retire primero, vas a ser vos, y sé que vas a salir corriendo apenas me des la espalda, porque lo que se ve en el horizonte, no es tormenta, son todos los otros como yo, pero con la diferencia de que ellos no manejan muy bien la palabra, pero son diestros con el látigo, y criados a la vieja usanza, son de los que se llevan un pequeño suvenir de cada caza. Así que, gira sobre tu eje cuando quieras, y corre, corre y se el más veloz, porque si no pajarito, te alcanzan.

Y vos que te creías tan 666, apenas llegas a un 333.

 

http://poesiasoscuras.blogspot.com.ar/

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