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Llamese


La tristeza que consigo trae la cercanía de la santa muerte. El dolor que produce cada gota derramada, malgastadas, de todas maneras estas ya en nuestro hogar.

No es el momento agradable que creías iba a ser. Todo es sombras, lo inmóvil cobra vida, el tiempo se acelera, se mueve, espera, todo esto mientras descansas entre acolchadas sedas blancas. Es bello aquí, pero ese tiempo que corretea a tu lado, se encargara de destruir la última belleza que admiras.

Recuerdos, o lo que aquel viejo espejo te devolvía al presentar tu desgastada imagen, no encolerices en su contra, el dice la verdad, y en la verdad hay predicción.
Solo que es insoportable ver la verdad de la imagen.

Como no he de cuestionarlo todo, como no dejarme llevar por este torbellino de gigantesco ira. Todo es una broma, o un mal sueño.?
Que es esto? Darnos todo y de a poco reclamarlo hasta agotarnos y dejarnos exhaustos en una cama de hospital, rodeado de personas que no reconocemos, ya que hasta la memoria es reclamada.

Caer no es doloroso, lo peor es verse caer y saber  quién es el autor de esta caída, he ahí el nacimiento del dolor.
                   
Das el sendero, que infinito se presenta, y en lo que se ve, nublamos las miradas. Pero este camino tiene final, y tantas veces se presenta inesperadamente, dejando así nuestras maletas en el camino, con sueños, con deseos.

Que la vista sea lo primero en perecer, por favor, o dormir por miles de años, no desea ver el deterioro de estas paredes, el palidecer de las luces, lo blanco volverse amarillo.
Perfectos paisajes, verlos de un momento a otro en áridos parajes.
Es que estamos obligados a verlo, quizá sea por eso, que en el final se nos ofrece un respiro de lucidez. Para ver nuestros despojos, de lo que alguna vez fuimos?
Qué extraño que me resulta todo esto.
Qué extraña que es esta forma de vida.

A la deriva, gritando para ser vagamente guiados, hasta que finalmente nos perdemos.
Mi imagen ha sido robada por aquel viejo espejo. Destruyan todo aquello que robe
la imagen de lo que he sido.
Todo se deteriora. Lo que amaba, si es que no me equivoco en el sentimiento, se ha ido. Y yo debo irme también.

En salón que desde aquí veo, la dama, sentada y sin nada que decir, espera. Solo unos minutos.
El aire evita acercarse, ya no me pertenece. He de dejar a otro mi espacio.
Exhala, no te pertenece.
Mal sueño. Nacer, crecer, desintegrarse.
Ruego a quien ocupe este lugar que abandono, que dude y cuestione todo lo que se presente en frente a sus ojos.
Es esto una pesadilla? No.
Es una ejecución, la propia. Soy el actor y el espectador.

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