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Antes del final,
deseo decirte verdades,
aunque este deseo es tan poderoso,
no lo hare, cerrare esta boca mía.

No despojare a tu mente del sabor,
ese que da el conocimiento.
El secreto de la experiencia
reside en descubrirlo todo por ti  misma.

Antes de dejar el espacio que ocupo,
limpiare mis pensamientos.
Dejare todo lo que alguna vez desee.
Desgarrare a todos aquellos que alguna vez me dieron amor.

Limpio, antes de darte la espalda y caminar.
Limpio de ataduras y sentimientos.
Limpio de los demás.
Dejare todo a los pies de la hoguera.

Lo material, los sentimientos,
todo ardera en el mismo fuego, purificador.
Todo ardera, excepto por una cosa,
guardare algo para mi partida.

Sentado en la vieja silla,
mirare sin titubeos aquel espejo por última vez,
derramare mi última lágrima,
llorare mi despedida, y será todo.

Antes del final,
caerá una lágrima,
será la propia,
y se evaporara antes de caer.

Comentarios

ludobit dijo…
contundente forma de decir adios, y muy bien escrito. me gusto. saludos.
p.d: te invito a visitar mi blog

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  Como ha de ser posible que la cumbre del dolor no sea física, la carne se desvanece en el abre y cierra de una estrella moribunda.   Si recorres este tramo final junto a mí, podría decirte, pequeña noche, que te extraño, pero no he sido tocado por ese tipo de sentimiento o sensación, lo que siento es dolor, en otra dimensión de este cuerpo, de esta cabeza que dirige.   Atrás quedaron los días en que mi cuerpo vencía furiosos ríos, caídas en rocosas montañas, atrás quedaron, porque me los has robado, solo me queda la ceniza de algo, y la nada, soy tan ignorante que no me queda nada.   Te rodeo para ver lo pálido de tus ojos sin vida, descubro, que tienes dos espaldas para darme, el sabor amargo no se va, todo es normal, normal, estos Domingos de caída infinita, vacíos que jamás serán llenados.   Escapar no es una opción, dormir, quizá, solo si marcas una cruz en mi frente, solo si incendias el lecho, solo si el viento sopla,

Reloj

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