Mi mente genera situaciones que mi cuerpo nunca realizara. Crea mundos en los cuales, nunca viviré.
Tantos sueños de los que solo soy espectador. Incontables actos de vida que me desechan de su realidad.
Permanecer a un lado de esta vida, ser como la resaca del mar, abandonada en la orilla, y así como el mar, esta vida sabe también deshacerse de su excremento.
En aquel rincón solitario, aquel en donde esta vida me ha colocado, me abrazo a mis palabras, las dejo caer en blanco papel; y al menos así; solo por momentos, puedo sentirme vivo.

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