Si alguna vez lo tuve aquí,
lo sabría,
lo sabría hoy.

Recuerdos envenenados por el alba,
que arribe el anochecer, buscame en sus sombras,
solo en la obscuridad existe lo infinito.

Pies ahogados en sucio mar,
espero con ojos cerrados, tu palabra,
antes de mezclarme en la enormidad.

Después de ti,
ya nadie podrá verme
solo tus ojos me reciben.

Podrías haber quitado este mal,
solo tu.
Tocabas mi alma con tu profundo mirar.

Noches, sediento,
me dabas de beber.
Ya no hay agua que calme esta sed.

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