Si tu, en tu infinita indiferencia,
pudieras darme refugio
allí
entre tus brazos,
si me dieras las caricias
de tus cabellos,
hermosas sedas
en lucha constante contra el viento.

Entre tus suaves caricias,
dormiría a tus pies,
sin dolor, sin temor,
bajo tus mantos
envuelto en tu aroma,
el frio no alcanza la carne,
la tibieza de tu roce.

Todo es ilusión,
el frio corta mi piel,
las caricias son puñales,
el temor se ha apoderado de mi lecho,
el dolor, juega sobre mi pecho.
Has desaparecido,
como si nunca hubieras nacido,
como si nunca hubiese yo,
vivido.

Es que aun la suerte esta de mi lado?
En lo vasto de este universo,
podre verte una vez más?
Mi memoria me engaña,
eres real?, soy real?
Dudo de mi existencia,
de esta realidad,
de este sueño.

No existo,
el infierno del incorpóreo,
el deseo por el tacto,
por rozar tu piel,
la pena por no sentir el roce,
me ahogo en esa pena,
dejo este lugar,
sin saber, aun,
si tú has sido alguna vez,
si yo he sido alguna vez.

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