Figuras, que no son más que borrosas líneas,
figuras, no entiende el ser,
si fantasmas son,
o en verdad son de carne y dolor.
Borrosas marcas
de una duda que nos embarcó.
Inútil forzar la vista,
inútil volver la mirada,
marcas del pasado
que duelen más, mucho más hoy.

Caer rendido cuando la vida es hostil,
cabeza que golpea el piso,
mirada que se encuentra
con la última lagrima que derramé,
otra marca que asoma,
el mismo dolor de ayer.

Caer en brazos que transmiten paz,
dedos que corrigen las marcas de aquella pena,
manos que borran por momentos el agotamiento
de tanto andar.
Todo aquello es tan lejano,
nada más que tierra bajo mis pies,
es solo caer,
y sentir el verdadero dolor,
es esa la realidad de hoy.

Este frio comportamiento,
que me lleve a un blanco lugar,
forzada respiración
pesado caminar,
parpados que pesan,
demasiado quizá,
dormir, solo eso,
despojarme de mis ropas,
despojarme de mi pensar,
arrancarme el corazón
dejar a mi alma volar.

No deseo ya tu calor,
no es placer despertar,
amor, desamor,
odio, perdón,
no quiero ya conocer
ni saber nada de eso,
nunca más sentir,
que la nada me lleve,
que lo negro me apague,
que se calle el corazón,
que los ojos sangren,
que el frio me congele,
ya nada más,
nada más,
he de sentir.

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