Fuego (III)
Todos esos placeres que te rodean,
todos los que a ti se acercan,
deberían
al menos, nublar tanta tristeza,
la que cubre tu corazón, tu alma,
la te hunde, la que oculta el sol, el cielo,
la que todo transforma en un infinito infierno.
De nada sirven para ti,
solo la alimentan,
crece la obscuridad, y te consume,
se apropia de tu pensamiento,
no tienes palabras para expresar
el gran vacío que te absorbe.
Devastado,
buscas algo de coraje
saltas, intentas volar,
alto,
escapar,
luego ves, que solo es tu carne la que deja esta tierra,
tu alma, encadenada llora por ti.
Tu corazón, es parte de la montaña,
confundido entre las rocas.
Caer infinitamente,
no hay placer allí,
la piadosa mano que rescate tu cuerpo
no ha escrito tu nombre en sus libros,
te ha dado la espalda tanto tiempo,
tantas dagas clavadas a tu corazón,
caerás, hasta que el fuego te consuma.
Tu alma en disputa,
demonios, ángeles,
seres terrenales entran en juego también,
no has muerto aun,
solo cayendo.
El miedo de la duda,
el dolor del olvido,
cuando mas esperas su voz, su mano,
mas se aleja, mas se enmudece.
Despierta, el fuego te abrazara,
el fuego, tu amigo eterno.
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