Ama odiarme,
así al menos sentiré
que algo llega desde tu corazón.
Agita tu látigo
y desgarra mi carne
con tus púas despiadadas,
así al menos,
me recordaras
que aun respiro,
bajo estos cielos de acero,
soles de cemento.

Vuélvete hacia mí,
regálame el movimiento,
sabrás que moriría por ti,
hunde tu mano en mi pecho
arranca mi corazón
devóralo
sáciate con él,
llévate sus latidos.

Viviendo dentro de ti,
latiendo a tu ritmo,
pues en mi cuerpo
solo es una roca inútil
desde que tu mirada
rechaza mi imagen
frente a ti.

Hoy que la luna no se ha mostrado,
noche o día
da igual
mis parpados no se abren a la luz,
si ves un cielo que se tiñe en rojos
solo será mi sangre,
escapando de mí,
buscando el rio,
del cual tú bebes.

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