Confianza



Cae de tu imaginario precipicio,

déjate caer, confía,
algunos brazos estarán abiertos
listos para recibirte,
otros, empuñaran tu sueño en filosas dagas.

Confía,
tus ojos,
cerrados,
respira, profundamente,
respira,
baja tus brazos y arrójate,
que tu pecho se inunde de hermoso aire,
vamos, salta,
de espaldas a tu destino
y de frente a tu cielo.

Desnúdate en la caída,
sin inhibiciones,
sin mantas terrenales,
que lo material no manche tu piel,
cremosa piel,
vestimenta real,
te recibirán,
piel contra piel,
fundidos en el abrazo,
confía,
nadie te herirá,
sin embargo ocultos hay demonios,
excrementos de otros demonios que solo observan,
ahora, los brillos se han apagado,
las dagas, están dormidas.

Vamos,
vuela,
ya lo haces, bien!,
C
  A
     E
       S
sangre esparcida sobre árida tierra,
es furiosa lluvia,
que no lava, esta lluvia, trae maldiciones.

Tú confiaste,
creíste en la salvación,
traición,
tu sangre, es el rojo atardecer,
bello atardecer,
últimos reflejos de un sol que se aleja,
absorbidos por ese rojo rubí, tan enceguecedor,
tu cuerpo,
por siempre será paisaje,
por siempre será atardecer.

Ese líquido que puede ser tu alma,
o tu nada,
ahoga los pies de los imbéciles,
y los demonios que los han atrapado,
el tibio toque
se convierte en llamas,
rocas caen, desde tu antiguo lugar,
no hay lágrimas,
y las pocas que osan nacer,
son consumidas por tu fuego,
escupen tu sangre,
son golpeados por el pasado,
las rocas son tu pasado,
el trofeo, es tan vano e inútil.

Los que se alejen,
no podrán borrar sus quemaduras,
sus manchas,
las de tu vida arrebatada.
Hoy la luna se llenara,
no de blanco impoluto,
solo de rojos, y negros,
el color de tu alma y corazón,
acosando así a los traidores
que allí abajo gritaban,
“confía”.

E.I.

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