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Demencia



Golpes,

no cesan,
intensos
cada vez más intensos,
sientes como tu cuerpo se desarma,
tu alma huye,
tu mente,
en una abrazo fraternal con la demencia,
temblores,
tiempo,
que es el tiempo,
el día es luz?
La noche necesariamente es obscuridad?

En pedazos,
mirando alrededor,
desdibujados rostros
riendo a tu alrededor,
caes de rodillas,
la sangre entibia el frio cemento,
la tormenta está en su mejor momento,
tus ojos solo ven hacia adentro.

Las voces lastiman tus oídos,
ojos en blanco,
tu mente domina,
el horror de la quietud
y contradiciéndolo todo,
la locura te eleva.

Respiración agitada,
tus uñas,
cubiertas de carne y tierra,
las malditas ratas bailan sobre tu espalda.
La vidente tenía algo de razón,
el abandono seria tu deterioro,
y aquí vamos,
aquí estamos.

Entre mantos de olvido
y golpes de cordura,
tu boca,
ya besando las raíces del final,
esfuerzo por buscar la imagen de quien te destrozo,
también, fue quien te amo.

Quien te amo, está cerca,
disfrutando esta tragedia,
esta transformación,
la cordura, la demencia,
la vida, la muerte,
el deterioro de tu carne,
la inútil pelea
la proyección de imágenes
que en tus ojos puede verse.

Una mejilla acariciada,
en la otra el puñal
tu cuello aplastado por el pie que ama y destruye,
es hora,
mira, reconoce y muere por favor.
Hogar.


E.I.

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