Rocas,
bajo
de ellas,
el
deseo de volver a caminar,
bajo
de ellas el ejemplo del final
húmeda
tierra, gusanos y alimañas.
Con
el despertar del día,
duermen
los deseos,
con
el despertar del día se destruyen los sueños,
con
el maldito día,
se
quiebra el cuerpo y vuelve a caer.
La
embriaguez del sueño,
el
olvido,
todo
se ve destruido.
Apareces
aquí otra vez,
no
puedo alcanzarte con mortales brazos,
he
de necesitar escapar de aquí.
Que
recorras así mi cabeza,
es
casi una tortura,
el
pensar en un mañana,
hace
mis dientes crujir y a mis ojos llorar.
He
olvidado como dejar todo atrás,
como
enterrar, bajo esta piedra,
aquel
pasado.
Un
pasado que duda de su existencia,
una
pasado que duerme aquí,
en
un presente infeliz,
maldito
pasado que vuelves a mí,
deberías
haber muerto, pero vuelves cada amanecer,
estúpido
amanecer,
que
te llevas lo único que he de apreciar,
mi
sueño, y el olvido que solo en el, consigo.
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