Ir al contenido principal

Donde te hallabas,
cuando una débil alma
jugaba en la cuerda floja
de la existencia,
cuando la duda, la tentación,
anidaban sobre los pensamientos.

Que sucedió esta vez.?
El aire surcaba,
las nubes rápido se movían,
la tierra apenas si podía tocarme los pies.
Luego, girando sin cesar me vi.
El cielo, la tierra, se confunden.
Los colores de tu paleta,
solo son negros y rojos.

Lágrimas,
montones,
algunas caen y aplacan el fuego,
otras inútilmente buscan el cielo.
Y los gritos, los gritos,
son llamados desesperados hacia ti.
Hay otros oídos esperando,
y se han despertado los indeseables.

Mientras vuelo en esta caja que me oprime,
deseo la vida,
tanto la he despreciado,
era necesario que me quites el aire con tus manos
y me muestres los colores y los paisajes de la muerte,
solo así, he de ver lo que me pertenecía,
lo que mío era, aunque efímero,
pero era.

Ahora tarde se ha hecho,
ya no giro,
ya no vuelo,
solo un destello,
calor,
y tristeza, demasiada tristeza,
ya no poder verte,
pues mis ojos han sido devorados por los cuervos,
ya no podre tocarte,
mi aliento se ha agotado.

He guardado palabras,
he dejado historias sin contar,
un último poema para ti,
me han arrancado de aquí,
sin pensar, y ahora…
pensar es inútil,
solo dejo partes de mí,
maldita vida que me llevaste lejos de aquí.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Recuerdo fugaz de aquellas llamas que alguna vez me rescataron de un asolador invierno, cuando ya solo creía que la desolación y un frio vivir era todo lo que existía. Llamas que se han extinguido, olvide su lento proceso, el que yo había iniciado, mi mente vagaba por otros mundos, y mi cuerpo, casi sin vida, allí, entre brazos que iban escapándose sigilosamente. Encerrado, mis ojos no desean abrirse hoy, descansan en la obscuridad, tus brazos han escapado, el castigo es claro y el frio se cierne sobre mi otra vez. Una prisión, construida por mi egoísmo, una realidad que me aprisiona, un mundo en mi mente que me libera, abro un instante mis ojos, no ven nada más que espacios en blanco, que dañan, que muestran la irrefutable verdad, escucho a lo lejos una palabra, un puñal. Habitaciones vacías, sueños que se desvanecen en un interminable blanco, mientras me encuentro solo aquí, ya no hay fuego, me ahogo en un f
  Como ha de ser posible que la cumbre del dolor no sea física, la carne se desvanece en el abre y cierra de una estrella moribunda.   Si recorres este tramo final junto a mí, podría decirte, pequeña noche, que te extraño, pero no he sido tocado por ese tipo de sentimiento o sensación, lo que siento es dolor, en otra dimensión de este cuerpo, de esta cabeza que dirige.   Atrás quedaron los días en que mi cuerpo vencía furiosos ríos, caídas en rocosas montañas, atrás quedaron, porque me los has robado, solo me queda la ceniza de algo, y la nada, soy tan ignorante que no me queda nada.   Te rodeo para ver lo pálido de tus ojos sin vida, descubro, que tienes dos espaldas para darme, el sabor amargo no se va, todo es normal, normal, estos Domingos de caída infinita, vacíos que jamás serán llenados.   Escapar no es una opción, dormir, quizá, solo si marcas una cruz en mi frente, solo si incendias el lecho, solo si el viento sopla,

Reloj

La velocidad del tiempo, ese tiempo, la velocidad de su “no” vida, su “no” muerte, su fugaz paso, tantos rostros, tantas manos, las palabras se amontonan, las hojas, en brillante blanco se visten, los ojos enrojecen, la debilidad lo asquea, lo precario de los cuerpos, lo aflige.   Sabe que esto, es la mejor y más cruel broma de todos los tiempos, desafiando a quien reirá al final, desencajada carcajada, mientras mira al cielo.   Ya no ríe, solo se mueve, no fue niño, pues no hay pasado, no fue viejo, pues destrozo su futuro. Y hoy está aquí, como la lluvia, va, viene, amado, odiado, ignorado, el tiempo lo borrara por completo él lo sabía, y, aún así, ríe. http://poesiasoscuras.blogspot.com/ E.I.