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Tiempo,
agotado,
empuñando la daga sin piedad,
segundas opiniones,
segundas oportunidades,
si optas por ellas,
solo serán un inscripción mas
en tu lapida,
tu última palabra.

El maldito,
va primero,
tu vienes detrás,
arrastrado por demoniacos caballos negro,
sus ojos son de fuego,
tú tienes tus manos en llamas.
Imposible secar tus lágrimas.

Donde quedo aquel que esperabas?
donde tu salvación?
Miras hacia los costados, atrás, arriba,
solo te encuentras,
y las aves que cubren el sol,
esperan por tu carne,
aun más detrás,
los perros del infierno lamiendo tu sangre.
Tierra y sangre.

Elevado por un invisible brazo,
ahogo,
carne quemada,
y una voz,
que ríe, que pregunta.
Tu entiendes, y no respondes,
también preguntas,
tu respuesta es tu abandono.

Los malditos obtienen recompensa,
tu solo dolor,
que buscabas, cuando te acurrucabas
en extraños brazos?
Has abandonado sueños, placeres,
de lejos sufrías mientras bailaban para ti,
tu frenabas tus carnales deseos,
los malditos se abalanzaban,
y aquí están, y así estas.

Ahora, solo laméntate,
más de nada sirve,
laméntate,
pero el tiempo ya a afilado su daga,
laméntate,
pero tu cuello es el alimento de su corte.
Laméntate,
pero eres víctima,
ya eres parte del olvido,
eres parte de un pasado,
de tu asesino, el tiempo.

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  Como ha de ser posible que la cumbre del dolor no sea física, la carne se desvanece en el abre y cierra de una estrella moribunda.   Si recorres este tramo final junto a mí, podría decirte, pequeña noche, que te extraño, pero no he sido tocado por ese tipo de sentimiento o sensación, lo que siento es dolor, en otra dimensión de este cuerpo, de esta cabeza que dirige.   Atrás quedaron los días en que mi cuerpo vencía furiosos ríos, caídas en rocosas montañas, atrás quedaron, porque me los has robado, solo me queda la ceniza de algo, y la nada, soy tan ignorante que no me queda nada.   Te rodeo para ver lo pálido de tus ojos sin vida, descubro, que tienes dos espaldas para darme, el sabor amargo no se va, todo es normal, normal, estos Domingos de caída infinita, vacíos que jamás serán llenados.   Escapar no es una opción, dormir, quizá, solo si marcas una cruz en mi frente, solo si incendias el lecho, solo si el viento sopla,

Reloj

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