Cuento Corto [Cap 1]

[Cap. 1]
Tarde de lluvia intensa, son apenas las tres y la noche reniega a irse de aquí. Nunca había llegado a esta hora, nunca había ocupado este tiempo. La noche, mi amada noche.
Te deseo durante todo el día, pero hoy me sentí abrumado al verte llegar tan temprano, detrás de esta molesta lluvia.
Donde está tu luna, que no puedo verla? Eres realmente mi noche, o solo es el rastrero día, mintiendo, disfrazándose, de esas horas tan amadas, tan esperadas, cómplices.
Bien, pues no importa demasiado, mis ojos lo ven igual, mi corazón también, y mi alma, bueno, es de noche cuando se pierde por allí.

Que puedo decir, estos días son los más bellos, los más tranquilos, en ellos me muevo con suavidad, no es mi deseo espantarlos, los disfruto, afuera, o quizá detrás de un vidrio, con una taza de café en mi mano, y a medida que la noche se vuelve cómplice, quizás algún licor espirituoso, que me eleve, que me lleve de la mano al interior de la noche, al corazón, donde todo sucede.


Noche, te admiro, te admiran, todos te desean, como gritan cuando el primer rayo de luz te asesta la primer puñalada, sangras, hasta desaparecer. Te vas, pero nos dejas la ilusión de que te recuperaras pronto y vendrás a reclamar tu espacio, tus horas, tus momentos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Tus patas otra vez