Recuerdo

Si tiemblas

cuando la noche se cierne
siniestra sobre ti,
si derramas gotas de sal,
cada vez que sueñas
con tus ojos abiertos,
tan abiertos, no ceden,
por temor, por curiosidad,
de saber qué es lo que trae la noche,
de saber,
conocer,
el momento exacto en que las fauces
de la obscuridad te llevaran,
si buscas desesperadamente
una imagen,
la última,
la que marque el profundo sueño.
Buscas y buscas,
y la noche,
incierta,
ambigua,
embriagadora,
seduciendo tus limitaciones,
recorriendo tu cuerpo,
hasta que la caricia
sea una sonrisa en tu cuello
y el calor,
tu color interno
bajando hasta tu talones,
dibujando en tu frio y blanco piso
la imagen que buscabas,
plasmada en tus ojos,
en tu mente,
eterna,
esa imagen,
¿dónde están sus ojos?,
¿han muerto tus ojos?,
eres tú
la que te regocijas en la sangre,
eres tú, mi recuerdo,
el que ha cegado la luz.

E.I.

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