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Cascada

El lugar que tu alma ocupaba

allí
en tu prisión-cuerpo,
si, allí,
en donde solo tú te mueves,
ese lugar,
es usurpado por la venenosa enredadera
se esparce por dentro
se esparce por fuera.

Sin permiso
devora tus sueños
aplasta tus pensamientos
crece y crece,
queda de ti
un ojo
para que puedas ver
como te desangras aquí,
y tu carne,
aun siente,
y por ella corre un rio de sangre,
tibia, perlada, roja, sangre.

La melancolía te aplasta,
te presiona,
así se fue tu alma,
así se va tu aire,
así invade tu corazón,
se esparce, y no se detiene,
tu ojo,
aun ve,
tu ojo, en sangre flotando.

Tus pies se resbalan,
pues el rio desea llevarte,
más fuerte se hace la presencia
más fuerte se hace tu desgano,
flotando y girando
vas por el rio,
y la cascada infinita
escupe hacia lo más alto sus espumas
pues te esperaba,
te espera,
y tu ojo aún no se cierra,
y la espuma te cubre
y te vas como lo soñabas.

E.I.

poesiasoscuras.blogspot.com.ar

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