Ir al contenido principal
Vergüenza (?),

obscuros pensamientos
cubren el sol, la mirada,
desde lo más profundo
son expulsados,
la luz,
afuera
contra ellos rebota,
asustada
retrocede
y la sombra se desparrama
por sobre las almas.

El único lugar al que pueden llevarte
es al profundo dolor
el de la carne
el del alma
al dolor del nacimiento
el agrio momento
ese
en el que sabes
que ya no eres inmortal.
Sedas negras, grises nubes,
allí,
envejecen con tu piel
obscuras grietas,
obscuros lugares del alma,
más cerca cada noche
de cubrirte con su manto.
Frio manto,
frio deseo,
muertos miembros.

Hundiéndote en la vergüenza
por la negrura de tus visiones,
pero es ella,
no tú,
quien obscurece los pensamientos
los sueños,
deberías dejar tu idiotez junto a tu vida,
ningún pensamiento debería avergonzarte,
nada de lo que hagas,
las cadenas del arrepentimiento
te ahogaran antes de la hora señalada,
expulsa a la vergüenza
entiérrala profundo, y más.

Media vuelta y ve lo que sucede
mira los hambrientos y sedientos lobos,
lamen tus huesos,
ya destrozaron tu carne,
ya bebieron de tu sangre,
solo manchas sin tiempo
en un árido suelo,
y aparece ella, imagen distorsionada,
es ella el hielo en tus venas,
es ella quien abría las negras grietas,
ella cuelga sobre su hogar
el cuadro de sus presas
pintado y firmado
con la sangre
de cada una de ellas.

E.I.
poesiasoscuras.blogspot.com.ar


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Recuerdo fugaz de aquellas llamas que alguna vez me rescataron de un asolador invierno, cuando ya solo creía que la desolación y un frio vivir era todo lo que existía. Llamas que se han extinguido, olvide su lento proceso, el que yo había iniciado, mi mente vagaba por otros mundos, y mi cuerpo, casi sin vida, allí, entre brazos que iban escapándose sigilosamente. Encerrado, mis ojos no desean abrirse hoy, descansan en la obscuridad, tus brazos han escapado, el castigo es claro y el frio se cierne sobre mi otra vez. Una prisión, construida por mi egoísmo, una realidad que me aprisiona, un mundo en mi mente que me libera, abro un instante mis ojos, no ven nada más que espacios en blanco, que dañan, que muestran la irrefutable verdad, escucho a lo lejos una palabra, un puñal. Habitaciones vacías, sueños que se desvanecen en un interminable blanco, mientras me encuentro solo aquí, ya no hay fuego, me ahogo en un f
  Como ha de ser posible que la cumbre del dolor no sea física, la carne se desvanece en el abre y cierra de una estrella moribunda.   Si recorres este tramo final junto a mí, podría decirte, pequeña noche, que te extraño, pero no he sido tocado por ese tipo de sentimiento o sensación, lo que siento es dolor, en otra dimensión de este cuerpo, de esta cabeza que dirige.   Atrás quedaron los días en que mi cuerpo vencía furiosos ríos, caídas en rocosas montañas, atrás quedaron, porque me los has robado, solo me queda la ceniza de algo, y la nada, soy tan ignorante que no me queda nada.   Te rodeo para ver lo pálido de tus ojos sin vida, descubro, que tienes dos espaldas para darme, el sabor amargo no se va, todo es normal, normal, estos Domingos de caída infinita, vacíos que jamás serán llenados.   Escapar no es una opción, dormir, quizá, solo si marcas una cruz en mi frente, solo si incendias el lecho, solo si el viento sopla,

Reloj

La velocidad del tiempo, ese tiempo, la velocidad de su “no” vida, su “no” muerte, su fugaz paso, tantos rostros, tantas manos, las palabras se amontonan, las hojas, en brillante blanco se visten, los ojos enrojecen, la debilidad lo asquea, lo precario de los cuerpos, lo aflige.   Sabe que esto, es la mejor y más cruel broma de todos los tiempos, desafiando a quien reirá al final, desencajada carcajada, mientras mira al cielo.   Ya no ríe, solo se mueve, no fue niño, pues no hay pasado, no fue viejo, pues destrozo su futuro. Y hoy está aquí, como la lluvia, va, viene, amado, odiado, ignorado, el tiempo lo borrara por completo él lo sabía, y, aún así, ríe. http://poesiasoscuras.blogspot.com/ E.I.