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Vigila(II)



En la vigila del sueño
el olvido del descanso
extrañas son las horas,
horas en las que el sueño me encadenaba
sucedía todo en mí,
y a través de mí
Es acaso esta vigila, algo similar
a ese lugar llamado Limbo?
Es acaso, el paso previo a dejar un espacio?
A dejar ese aire que ya no es importante?
Que el pecho descanse,
que el corazón deje de latir,
tanto así, para vivir,
para, eso,
que llaman amar.
Es este el primer sabor de una anunciada muerte?
 
Animales infectos que asechan,
garras ensangrentadas,
fauces gigantescas
hedor que descompone,
mientras tanto beben en los ríos del infierno
y vuelven al asecho.
Subir, bajar, quien sabe.
Es que acaso alguien sabe con certeza 
donde se encuentra el martirio o la paz,
arriba, aquí y ahora, abajo?
Las señales cada vez más certeras,
no es necesario usar la imaginación
y es posible abandonar la razón.
 
En un momento es permitido despertar,
despertar de una vigila,
es existir dos veces,
recorrer el paisaje,
buscar tu rostro,
ya que fue lo último en aquel bello sueño,
mi último sueño en paz.
Tu rostro, oh, tu rostro,
se transforma en algo borroso.
Es que te alejas hacia la niebla?
Te muestras,
te ocultas.
Acaso eres quien no me deja caer en brazos del sueño?
Eres tú, o la Santa Muerte, que espera?
Eres tu ella?
Se ha corporizado en tu belleza?
Solo para verte, aun mientras muero.
Solo para verte, mientras duermo.
Solo para verte.
Tú, Muerte, no has resultado tan cruel.

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