Noches VII
Si,
pues bien,
demasiado te he soñado,
ya no más.
Demasiado
has interrumpido
mi dormir,
mi único escape
de aquí.
Aun así,
temo verte,
temo
encontrarte.
Ya basta,
el temor debe
hacerse a un lado,
el grito
ahogarse,
y ver la
profunda obscuridad
de tus ojos.
Sin avisos
apareces,
noche o día
no importa
tú eres la
obscuridad.
Grito
desamparado,
deseo y no
que vengas,
que te enfrentes
a mí.
Llévame,
o desaparece,
mis sueños
déjalos en paz,
estorba
si así lo deseas
mi despertar.
Mi respiración
te molesta
lo sé,
puedes tenerla
solo con
pestañear,
más no lo haces,
solo merodeas
por aquí,
en la noche,
en mis sueños.
Quisiera dormir,
soñar,
como en las
noches
en las que solo
te sentabas
y observabas.
Noches
en las que aquí vivías,
noches en las
que sabia
te encontraría
siempre
en el rincón de
mi cuarto.
E.I.
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